El Vaticano evita la autocrítica en los casos de pederastia. Benedicto XVI culpa a los obispos. Público.es
El primado irlandés, Séan Brady, entrega a un niño la carta del Papa, ayer. - AP
La carta pastoral de Benedicto XVI a los obispos de Irlanda, primer documento oficial del Vaticano sobre la pederastia a manos de sacerdotes, frustró este sábado muchas expectativas. Las más sangrantes fueron las de las víctimas de los abusos sexuales a menores que se produjeron durante décadas en aquella república.
"Sentimos que la Carta se queda corta a la hora de tratar las preocupaciones de las víctimas", señaló ayer Maeve Lewis, directora ejecutiva deOne in Four (Uno de cada Cuatro), que quiso remarcar la "decepción" del colectivo. En su opinión, el texto del Papa dirigió las críticas hacia los curas irlandeses de bajo rango, al tiempo que se olvidó de la responsabilidad del Vaticano en los abusos sexuales, no sólo en Irlanda sino en todo el mundo. Tampoco pidió, recalcó Lewis, la dimisión del primado irlandés, el cardenal Séan Brady, tal y como reclaman los grupos de víctimas, informa Efe.
El Papa evitó la autocrítica y culpó a los obispos irlandeses de haberle escondido los abusos. Su portavoz, Federico Lombardi, le defendió este sábado de las acusaciones de haber callado y escondido delitos mientras era ministro de la Congregación para la Doctrina de la Fe entre los años 1981 y 2005.
Además, se esperaba que la carta sirviera de manual sobre cómo deben proceder todas las diócesis católicas del mundo de ahora en adelante. Aunque el documento expresa "el remordimiento" del Papa, no detalla cómo se deberá colaborar con la Justicia. Y se limita a tratar el caso irlandés, aunque admite que "puede ser útil" a toda la Iglesia.
El Papa afirma que está "profundamente consternado" por los abusos "a niños indefensos". La pederastia, dice, "no es un problema específico de Irlanda o de la Iglesia", pero comparte el "sentimiento de traición" de muchos católicos al enterarse de los "actos pecaminosos y criminales y del modo en que fueron afrontados por las autoridades de la Iglesia en Irlanda". Los obispos de aquel país, dice, "fracasaron" y cometieron "graves errores".
El sumo pontífice no aclara si los obispos deberán tomar la iniciativa y denunciar en los tribunales a presuntos pederastas. Se limita a decir: "Seguid cooperando con las autoridades civiles". Tampoco especifica si se debe expulsar a los pederastas. Sólo habla de "aplicar plenamente el derecho canónico".
En la carta, el pontífice dice a las víctimas: "Es comprensible que os sea difícil perdonar o reconciliaros con la Iglesia. En su nombre, expreso abiertamente la vergüenza y el remordimiento que sentimos todos". A los pederastas, el Papa les pide "responder ante Dios Todopoderoso y ante los tribunales debidamente constituidos", "no ocultar nada" y confiar "en la misericordia de Dios".
Críticas desde Alemania
La misiva también provocó reacciones contrarias en Alemania, donde organizaciones de fieles criticaron que no se mencionara los abusos a menores en este país. La propia Iglesia germana esperaba que el Papa se dirigiese a las víctimas en Alemania, aunque ayer se apresuró en quitar hierro a la ausencia de dicha mención.
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