Gen 1,1-2,2; Gn 22,1-18; Ex 14,15-15,1; Is 54,5-14; Is 55,1-11; 2 Ba 3,9-4,4; Ez 36,16-28; Rom 6,3-11; (Año A) Mt 28,1-10.
De Corazón a corazón: Ex 14,15-31.15,1 (paso del mar Rojo); Rom 6,3-11 ("Llevemos una vida nueva… Por el bautismo… consideraos muertos al pecado y vivos para Dios en Cristo Jesús"); (Año A): Mt 28,1-10 ("Buscáis al crucificado… No está aquí… Ha resucitado")
Contemplación, vivencia, misión: La vida hunana o es itinerario de "bautismo" (configuración con Cristo) o no es vida. Hay que dejar atrás mucha chatarra. "Morir" en Cristo equivale a "vivir" como él. Con esta actitud de fe comprometida, los ojos se abren para encontrar a Cristo Resucitado. Propiamente es Él quien se hace encontradizo con todos, pero respeta nuestra libertad.
*Vivir la alegría del Evangelio con la Madre de Jesús: Con María, la fe se concreta en esperanza viva: "Con esta fe, que en la oscuridad del Sábado Santo fue también certeza de la esperanza, te has ido a encontrar con la mañana de Pascua. La alegría de la resurrección ha conmovido tu corazón y te ha unido de modo nuevo a los discípulos, destinados a convertirse en familia de Jesús mediante la fe" (Benedicto XVI, Spe Salvi, 50). Cfr. Evangelii Gaudium, n.285 y oración final.
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