De Corazón a corazón: Is 50,4-9 ("El Señor abrió mi oído… No retiré mi rostro cuando me ultrajaban y escupían"); Mt 26,14-25 ("Se acerca mi hora, voy a celebrar la Pascua en tu casa con mis discípulos")
Contemplación, vivencia, misión: Aquella "casa" se llamará "Cenáculo" y va a recordar siempre la última cena (Eucaristía), la apariciones de Cristo resucitado y la preparación para la venida del Espíritu Santo con la Madre de Jesús. Lo importante es celebrar continuamente la "Pascua" con el Señor, su "paso" por la cruz a la resurrección. El camino de Pascua es camino personal y comunitario de "escucha" comprometida de los planes de Dios Amor.
*En el día a día con la Madre de Jesús: La actitud decidida de Jesús se fue fraguando desde niño, en su corazón y en su vida, cuando María y José le enseñaban a memorizar la "shemá": "Escucha, Israel, amarás" (Deut 6,4).
*Alegría del Evangelio, renovación misionera: "Hay cristianos cuya opción parece ser la de una Cuaresma sin Pascua" (Evangelii Gaudium, n.6)
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