De Corazón a corazón: 2Tim 4,9-17 ("El único que está conmigo es Lucas… todos me abandonaron… el Señor me asistió"); Lc 10,1-9 ("Los envió de dos en dos delante de sí… a donde él había de ir")
Contemplación, vivencia, misión: Jesús nos acompaña siempre en la misión que nos ha encomendado. Es su misma misión. Y allí donde vamos, ya está él esperándonos en el corazón de cada hermano y en cada recodo del camino. Cuando Pablo estaba detenido y fue llevado al tribunal, su discípulo Lucas le acompañó fielmente. Los signos de la presencia de Jesús son así: un hermano, un acontecimiento donde resuena su palabra viva recordando su Eucaristía. Y cuando parece que todos abandonan, Jesús está más cercano.
*En el día a día con la Madre de Jesús: San Lucas pudo recibir las confidencias de María. Ella guardaba en su corazón todas las palabras y acontecimientos del Señor (cfr. Lc 2,19.51). En su corazón materno encontramos todo el evangelio ya preparado para asimilarlo mejor.
AÑO DE LA FE: "Este es el punto culminante, esta alegría del encuentro de Jesús (resucitado) y María. Este es el punto culminante del camino de la fe de María y de toda la Iglesia" (Papa Francisco, 12 octubre 2013).
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