De Corazón a corazón: Mal 3,13-20 ("Serán ellos para mí… propiedad personal, seré indulgente con ellos"); Lc 11,5-13 (Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá… el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan")
Contemplación, vivencia, misión: Dios nos quiere dar todo y hasta se nos da a sí mismo. Pedimos, buscamos, llamamos, porque quiere que nuestro corazón se abra con confianza humilde y filial. Luego, él nos da mucho más, especialmente si le pedimos su mismo amor, "expresado" entre el Padre y el Hijo y personalizado en el Espíritu Santo. ¿Qué queremos más?
*En el día a día con la Madre de Jesús: Orando como quien tiene "sed" de Dios, se aprende el valor salvífico de la meditación de la Palabra en el corazón, como María. Así es el camino apostólico para una Nueva Evangelización.
AÑO DE LA FE: "La fe, sin verdad, no salva, no da seguridad a nuestros pasos. Se queda en una bella fábula, proyección de nuestros deseos de felicidad, algo que nos satisface únicamente en la medida en que queramos hacernos una ilusión" (Lumen Fidei, n.24).
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