De Corazón a corazón: Dan 2,31-45 (Daniel interpreta los sueños de Nabucodonosor); Lc 21,5-11 (Ante el templo: "Llegará un día en que no quedará piedra sobre piedra")
Contemplación, vivencia, misión: Sólo quedará el amor con que se han hecho las cosas y se han vivido los acontecimientos. Los miles de millones de auroras de toda la historia del universo son una muestra del amor de Dios para cada ser humano. Aquello ya "pasó", pero ha quedado el amor de Dios que es peculiar para cada uno. Algunos monumentos y algunas "estatuas" humanas no sirven sino de somníferos o de anestesia para hacernos olvidar lo más importante. La presencia de Jesús se hace sentir en su aparente asusencia, como gracia sorprendente e inmerecida.
*En el día a día con la Madre de Jesús: Al templo iba todos los años la Sagrada Familia, especialmente en la fiesta de la Pascua (cfr. Lc 2,41). La "pérdida" del niño dejaba entrever su misterio de oblación o sacrificio definitivo. "El que ama a Dios, se contenta con agradarle, porque el mayor premio que podemos desear es el mismo amor" (S. León Magno)
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