De Corazón a corazón: 2Mac 6,18-31 (Martirio del anciano Eleazar "ejemplo de nobleza y recuerdo de virtud"); Lc 19,1-10 ("Zaqueo, baja pronto; porque conviene que hoy me quede yo en tu casa… El Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido")
Contemplación, vivencia, misión: Jesús se invita a sí mismo para compartir nuestra existencia. Su misión es salvar todo lo que estaba perdido. Sin él, no se encuentra sentido a la vida. Quien ha experimentado su cercanía, su amor, su perdón, está preparado para afrontar cualquier dificultad, aunque sea el martirio como Eleazar. Nuestra debilidad es máxima y se experimenta continuamente. La fuerza sólo puede venir de la presencia del Señor: "No temas, estoy contigo" (Hech 18,9-10).
*En el día a día con la Madre de Jesús: Durante las persecuciones hay mucho mártires que dan la vida. Y hay también muchas madres que sufren en su corazón el mismo martirio. El "Salvador" (Jesús) ha querido a su Madre y nuestra como "cooperadora a la salvación" (LG 56); ella "se asoció con corazón maternal a su sacrificio" (LG 58).
AÑO DE LA FE: "La Iglesia es una Madre que nos enseña a hablar el lenguaje de la fe … El Amor, que es el Espíritu y que mora en la Iglesia, mantiene unidos entre sí todos los tiempos y nos hace contemporáneos de Jesús, convirtiéndose en el guía de nuestro camino de fe" (Lumen Fidei, n.38)
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