De Corazón a corazón: 1Mac 1,10-16.43-45.57-60.65-67 (Persecución en tiempo del rey Antíoco); Lc 18,35-43 (Curación del ciego: "¡Señor, que vea! Jesús le dijo: Ve. Tu fe te ha salvado")
Contemplación, vivencia, misión: Jesús pasa, caminando y haciéndose nuestro "camino". El ciego se dejó conquistar por esta cercanía y reconoció su propia oscuridad y debilidad. Jesús, que ya lo llevaba en el corazón, lo cura de su ceguera, para que le pueda seguir por el verdadero camino de dar gloria a Dios conviviendo con los hermanos. Los procesos históricos purifican el caminar, nos hacen descubrir nuestra ceguera para poder encontrar a Cristo, que da sentido a la historia personal y comunitaria. Cuando somos "peregrinos de la Verdad", entonces somos "peregrinos de la paz".
*En el día a día con la Madre de Jesús: La Iglesia es siempre peregrina, humilde y pobre. En este peregrinar, María la precede y acompaña para poder descubrir la cercanía de Cristo centro de la historia.
AÑO DE LA FE: "La transmisión de la fe brilla para todos los hombres en todo lugar… la fe nace de un encuentro que se produce en la historia e ilumina el camino a lo largo del tiempo, tiene necesidad de transmitirse a través de los siglos. Y mediante una cadena ininterrumpida de testimonios llega a nosotros el rostro de Jesús" (Lumen Fidei, n.38)
Ver Dedicación basílicas San Pedro y Pablo en Año Litúrgico (Santos).
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