De Corazón a corazón: Mal 3,19-20 ("Brillará el sol de justicia"); 2Tes 3,7-12 ("Trabajen con sosiego para comer su propio pan"); Lc 21,5-19 ("No quedará piedra sobre piedra… No perecerá ni un cabello de vuestra cabeza")
Contemplación, vivencia, misión: El "juicio" de Dios tiene lugar de modo inicial ya en cada momento de nuestra vida: "Estoy a la puerta y llamo" (Apo 3,20). Él nos ama entrañablemente y nos quiere hacer expresión de su amor. Todo lo que no corresponda a este proyecto de amor, es caduco. En la vida humana hay mucho oropel y muchas injusticias. El trabajo humano no vale por los frutos económicos, ni por el aprecio que nos tienen los demás; vale si la persona humana se realiza amando. Esta realidad de donación de tantas personas que nos rodean en su trabajo cotidiano, y que no se valora en el "mercado", no se perderá, porque queda para siempre en el corazón de Dios. La verdadera y definitiva historia comenzará cuando nos juzgue el Amor, a todos y a cada uno.
*En el día a día con la Madre de Jesús y AÑO DE LA FE: María, figura de la Iglesia, es el "templo" que trae a Jesús. "En María, Hija de Sión, se cumple la larga historia de fe del Antiguo Testamento, que incluye la historia de tantas mujeres fieles. En la plenitud de los tiempos, la Palabra de Dios fue dirigida a María, y ella la acogió con todo su ser, en su corazón, para que tomase carne en ella y naciese como luz para los hombres" (Lumen Fidei, n.58)
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