De Corazón a corazón: 1Jn 2,12-17 ("Conocéis al que es desde el principio… Quien cumple la voluntad de Dios, permanece para siempre"); Lc 2,36-40 (El Niño presentado en el templo: "Ana… alababa a Dios y hablaba del niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén")
Contemplación, vivencia, misión: Dios, Amor, infinito y omnipotente, se ha hecho pequeño y quebradizo. Nuestro barro es ya suyo y lo va a transformar en una obra de arte viviente, en su misma vida. Su omnipotencia amorosa realiza este milagro. Hay que dejarse sorprender por el Niño Dios y gastar la vida para que todos le dejen nacer en su vida personal, familiar y social. Sólo así habrá verdadera paz y auténtico gozo.
*En el día a día, con la Madre de Jesús: "Nos da la Virgen a Dios, pues nos lo dio niño, puesto en un pesebre, manso y humilde, para que ninguno que quisiera ser remediado, tema de llegarse a Él" (S. Juan de Ávila, Sermón 68).
*Alegría del Evangelio, renovación misionera: "Él siempre puede, con su novedad, renovar nuestra vida y nuestra comunidad y, aunque atraviese épocas oscuras y debilidades eclesiales, la propuesta cristiana nunca envejece" (Evangelii Gaudium, n.11).
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