De Corazón a corazón: Deut 4,1.5-9 ("Escucha, Israel… esta ley que yo os expongo hoy"); Mt 5,17-19 ("No he venido a abolir la ley, sino a dar su cumplimiento")
Contemplación, vivencia, misión: La "ley" era para Jesús la expresión de la voluntad amorosa de Dios para su Pueblo y para toda la humanidad. Dios tiene sed del hombre, invitándole a entrar en la verdadera libertad del amor. Jesús, que es la Palabra personal y definitiva del Padre, "encarna" toda la ley en su propio ser y la lleva al cumplimiento más perfecto. Nosotros, al "escuchar" a Jesús, nos insertamos en él y nos hacemos, con él, respuesta personal y comunitaria a Dios.
*En el día a día con la Madre de Jesús: María estaba siempre a la "escucha" de la "Palabra". Su vida consistía en acoger y responder a la "Palabra" hecha carne en su seno.
*Alegría del Evangelio, renovación misionera: "Con la palabra, nuestro Señor se ganó el corazón de la gente. Venían a escucharlo de todas partes (cfr. Mc 1,45). Se quedaban maravillados bebiendo sus enseñanzas (cfr. Mc 6,2). Sentían que les hablaba como quien tiene autoridad (cfr. Mc 1,27)" (Evangelii Gaudium, n.136)
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