De Corazón a corazón: Jer 7,23-28 (“Escuchad mi voz y yo seré vuestro Dios y vosotros seréis mi pueblo”) Lc 11,14-23 (“Si por el dedo de Dios expulso yo los demonios, es que ha llegado a vosotros el Reino de Dios”)
Contemplación, vivencia, misión: El "Reino" de Dios es el mismo Jesús, con su doctrina y con los dones del Espíritu Santo que nos comunica. Su Reino ya comienza en su comunidad eclesial, como Pueblo propiedad esponsal de Dios; pero tiene que llegar a ser toda la humanidad, llamada a formar parte de su Reino definitivo en el más allá. La clave consiste en escuchar su voz con un corazón abierto y disponible.
*En el día a día con la Madre de Jesús: María escuchó del ángel que el "Reino" de Jesús "no tendrá fin" (Lc 1,33). Ella sabe que Jesús está en nuestro corazón, en medio de la comunidad y que nos espera en el más allá. Su tarea materna consiste en ayudarnos a "escuchar" la voz de Dios.
*Alegría del Evangelio, renovación misionera: “El secreto se esconde en esa mirada de Jesús hacia el pueblo, más allá de sus debilidades y caídas: «No temas, pequeño rebaño, porque a vuestro Padre le ha parecido bien daros el Reino» (Lc 12,32)” (Evangelii Gaudium, n.141)
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