De Corazón a corazón: Sir 15,16-21 (“Grande es la sabiduría del Señor… todo lo ve”); 1Cor 2,6-10 (“Hablamos de una sabiduría de Dios… desconocida de todos los príncipes de este mundo” Mt 5,17-37 (“No he venido a abolir la ley, sino a dar cumplimiento”)
Contemplación, vivencia, misión: Sólo Jesús, que es la Palabra personal y definitiva del Padre, puede explicar el sentido de la “revelación” (manifestación) de Dios en la creación, en la historia y, de modo especial, en la Sagrada Escritura. Todas las manifestaciones de Dios tienen su cumplimiento y su perfección en la ley del amor: las bienaventuranzas (“amad, sed misericordiosos”) y el mandamiento nuevo (“como yo os he amado”). Es la “sabiduría” cristiana, que pasa por la cruz de la donación total, para evidenciarse en la resurrección.
*En el día a día con la Madre de Jesús: A María se la llama “Sede de la Sabiduría”, es decir, Madre de Cristo, quien es “luz del mundo”, “camino, verdad y vida”, crucificado por nuestro amor y resucitado para nuestra salvación definitiva.
*Alegría del Evangelio, renovación misionera: “Sin vida nueva y auténtico espíritu evangélico, sin «fidelidad de la Iglesia a la propia vocación», cualquier estructura nueva se corrompe en poco tiempo” (Evangelii Gaudium, n.26)
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