Peligroso aumento de casos de brujería y exorcismo en Londres
Leonardo Boix, corresponsal en Londres
Scotland Yard, encargada de la seguridad en Londres, confirmó un peligroso aumento en el número de casos de abusos a menores en la capital británica, que involucraron actos salvajes de brujería, nigromancia o exorcismo.
La Policía Metropolitana indicó que una unidad especializada en el tema compuesta por detectives y peritos forenses, investigó al menos medio centenar de casos durante 2014, más del doble que el año previo. La unidad policial, llamada "Proyecto Violeta", recibió denuncias por unos 60 incidentes desde comienzos del año hasta octubre, indicando que la tendencia "va peligrosamente en aumento".
Scotland Yard también indicó que en 2014 se denunciaron 46 casos de abusos a menores vinculados a actos de brujería; en 2013 fueron 21 y en 2012 sólo 10. Los expertos consideran que muchos casos de abusos que involucran brujería o exorcismo no son reportados o denunciados, y quedan sin ser penados por la ley.
El grupo policial tiene como principal objetivo combatir los abusos físicos vinculados con rituales religiosos, los cuales son en la gran mayoría de casos contra menores. Terry Sharpe, detective a cargo de dichas investigaciones, sostuvo que el número de incidentes "sigue siendo pequeño en número", aunque alertó que los incrementos "son significativos".
Sharpe detalló el caso de un menor de 9 años que fue llamado "niño demonio", y expulsado de su casa por sus propios padres. El pequeño fue hallado semanas después por trabajadores sociales, descalzo y hambriento caminando solo por la calle.
Otro caso involucró a una madre que creía su hijo era el diablo "poseído por espíritus malignos", y como consecuencia de ello trató de morderlo y lastimarlo salvajemente. El detective a cargo de las investigaciones explicó que en algunos casos se reportan abusos físicos y golpizas, pero aclaró que también se registraron homicidios.
Sharpe indicó que algunos pequeños cuyos padres creen están "endemoniados" o "invadidos por malos espíritus", reciben fuertes golpizas o se les frota pimientos picantes en los ojos como parte de salvajes rituales de exorcismo.
En ese sentido, Debbie Ariyo, fundadora del grupo benéfico Africanos unidos contra abusos a menores, dijo que en distintas iglesias africanas del Reino Unido existen muchas veces motivaciones financieras detrás de los casos. "El pastor dice que hay un demonio en la congregación, mira desde el púlpito a los feligreses y señala a un niño: ello significa una humillación pública para la familia en cuestión", subrayó la experta.
"El siguiente paso es el exorcismo, que no se hace gratis. Es un engaño para generar dinero", agregó. Ariyo pidió no ver el problema como único en las comunidades africanas, y dijo que hay víctimas de otros credos y etnias, incluidas de América Latina. La experta mostró además preocupación por la falta de conocimiento de parte de profesionales que están a cargo de cuidar y proteger a menores en el Reino Unido.
"En julio pasado organizamos seminarios y cursos de entrenamiento para trabajadores sociales, maestros y abogados. La mayoría de ellos desconocía lo que era la brujería o actos de exorcismo, y menos aún cómo lidiar con esos incidentes", destacó.
Casos conocidos de abusos a menores que involucraban rituales religiosos llevaron a cambios radicales en políticas de protección de niños en el Reino Unido, como por ejemplo tras el asesinato de la pequeña Victoria Climbie en 2000.
La niña de ocho años fue víctima de reiterados abusos físicos y golpizas por parte de los adultos que la cuidaban, incluida ser quemada con cigarrillos o golpeada con cadenas. De acuerdo a los reportes policiales, Climbie fue acusada de ser un "demonio" por la pareja de su tía, Carl Manning.
Otro caso muy notorio de abuso a un menor vinculado a actos de brujería o exorcismo terminó también en una muerte, la de Kristy Bamu, quien en 2010 fue salvajemente golpeado por la pareja de su hermana, Eri Bikubu. Bamu, que por entonces tenía 15 años, fue acusado por Bikubi de estar poseído por "espíritus malignos" y luego fue golpeado con martillos, piedras y vidrios rotos, antes de ser ahogado en la bañera de su hogar.
Datos obtenidos por la radio 5 de la BBC concluyeron que la mitad de las fuerzas policiales de Gran Bretaña no registran dichos abusos y agregó que sólo dos fuerzas de seguridad en Inglaterra (de Manchester y Northamptonshire) reportaron incidentes de esa naturaleza en los últimos tres años.
En 2014, el Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas (CDN) confirmó que cientos de menores son secuestrados en África y trasladados ilegalmente al Reino Unido para participar de rituales de brujería. Dicho organismo internacional instó al gobierno británico a hacer más para detener esa "forma brutal" de tráfico humano".
"Estamos muy preocupados por reportes que indican que cientos de niños fueron secuestrados de sus familias en África, y traficados al Reino Unido, especialmente a Londres, para ser obligados a participar de rituales religiosos", afirmó Kirsten Sandberg, jefa del CDN y ex jueza de la Corte Suprema de Justicia de Noruega.
Tras las denuncias, una vocera del gobierno en Londres emitió un comunicado que leía: "Nada es más importante que el bienestar de los niños".
"Ningún sistema de creencias puede justificar abusos a menores, es inaceptable en cualquier forma. Y aquellos responsables por abusos a niños vinculados a rituales o creencias religiosas serán juzgados bajo la misma legislación que condena a las personas que abusan o matan a menores por otras razones", concluyó.
Peligroso aumento de casos de brujería y exorcismo en Londres
Leonardo Boix
Corresponsal en Londres
Scotland Yard, encargada de la seguridad en Londres, confirmó un peligroso aumento en el número de casos de abusos a menores en la capital británica, que involucraron actos salvajes de brujería, nigromancia o exorcismo.
La Policía Metropolitana indicó que una unidad especializada en el tema compuesta por detectives y peritos forenses, investigó al menos medio centenar de casos durante 2014, más del doble que el año previo.
La unidad policial, llamada "Proyecto Violeta", recibió denuncias por unos 60 incidentes desde comienzos del año hasta octubre, indicando que la tendencia "va peligrosamente en aumento".
Scotland Yard también indicó que en 2014 se denunciaron 46 casos de abusos a menores vinculados a actos de brujería; en 2013 fueron 21 y en 2012 sólo 10.
Los expertos consideran que muchos casos de abusos que involucran brujería o exorcismo no son reportados o denunciados, y quedan sin ser penados por la ley.
El grupo policial tiene como principal objetivo combatir los abusos físicos vinculados con rituales religiosos, los cuales son en la gran mayoría de casos contra menores.
Terry Sharpe, detective a cargo de dichas investigaciones, sostuvo que el número de incidentes "sigue siendo pequeño en número", aunque alertó que los incrementos "son significativos".
Sharpe detalló el caso de un menor de 9 años que fue llamado "niño demonio", y expulsado de su casa por sus propios padres. El pequeño fue hallado semanas después por trabajadores sociales, descalzo y hambriento caminando solo por la calle.
Otro caso involucró a una madre que creía su hijo era el diablo "poseído por espíritus malignos", y como consecuencia de ello trató de morderlo y lastimarlo salvajemente.
El detective a cargo de las investigaciones explicó que en algunos casos se reportan abusos físicos y golpizas, pero aclaró que también se registraron homicidios.
Sharpe indicó que algunos pequeños cuyos padres creen están "endemoniados" o "invadidos por malos espíritus", reciben fuertes golpizas o se les frota pimientos picantes en los ojos como parte de salvajes rituales de exorcismo.
En ese sentido, Debbie Ariyo, fundadora del grupo benéfico Africanos unidos contra abusos a menores, dijo que en distintas iglesias africanas del Reino Unido existen muchas veces motivaciones financieras detrás de los casos.
"El pastor dice que hay un demonio en la congregación, mira desde el púlpito a los feligreses y señala a un niño: ello significa una humillación pública para la familia en cuestión", subrayó la experta.
"El siguiente paso es el exorcismo, que no se hace gratis. Es un engaño para generar dinero", agregó.
Ariyo pidió no ver el problema como único en las comunidades africanas, y dijo que hay víctimas de otros credos y etnias, incluidas de América Latina.
La experta mostró además preocupación por la falta de conocimiento de parte de profesionales que están a cargo de cuidar y proteger a menores en el Reino Unido.
"En julio pasado organizamos seminarios y cursos de entrenamiento para trabajadores sociales, maestros y abogados. La mayoría de ellos desconocía lo que era la brujería o actos de exorcismo, y menos aún cómo lidiar con esos incidentes", destacó.
Casos conocidos de abusos a menores que involucraban rituales religiosos llevaron a cambios radicales en políticas de protección de niños en el Reino Unido, como por ejemplo tras el asesinato de la pequeña Victoria Climbie en 2000.
La niña de ocho años fue víctima de reiterados abusos físicos y golpizas por parte de los adultos que la cuidaban, incluida ser quemada con cigarrillos o golpeada con cadenas.
De acuerdo a los reportes policiales, Climbie fue acusada de ser un "demonio" por la pareja de su tía, Carl Manning.
Otro caso muy notorio de abuso a un menor vinculado a actos de brujería o exorcismo terminó también en una muerte, la de Kristy Bamu, quien en 2010 fue salvajemente golpeado por la pareja de su hermana, Eri Bikubu.
Bamu, que por entonces tenía 15 años, fue acusado por Bikubi de estar poseído por "espíritus malignos" y luego fue golpeado con martillos, piedras y vidrios rotos, antes de ser ahogado en la bañera de su hogar.
Datos obtenidos por la radio 5 de la BBC concluyeron que la mitad de las fuerzas policiales de Gran Bretaña no registran dichos abusos y agregó que sólo dos fuerzas de seguridad en Inglaterra (de Manchester y Northamptonshire) reportaron incidentes de esa naturaleza en los últimos tres años.
En 2014, el Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas (CDN) confirmó que cientos de menores son secuestrados en África y trasladados ilegalmente al Reino Unido para participar de rituales de brujería.
Dicho organismo internacional instó al gobierno británico a hacer más para detener esa "forma brutal" de tráfico humano".
"Estamos muy preocupados por reportes que indican que cientos de niños fueron secuestrados de sus familias en África, y traficados al Reino Unido, especialmente a Londres, para ser obligados a participar de rituales religiosos", afirmó Kirsten Sandberg, jefa del CDN y ex jueza de la Corte Suprema de Justicia de Noruega.
Tras las denuncias, una vocera del gobierno en Londres emitió un comunicado que leía: "Nada es más importante que el bienestar de los niños".
"Ningún sistema de creencias puede justificar abusos a menores, es inaceptable en cualquier forma. Y aquellos responsables por abusos a niños vinculados a rituales o creencias religiosas serán juzgados bajo la misma legislación que condena a las personas que abusan o matan a menores por otras razones", concluyó.